AHORA SÍ

Ya está, ya pasó. El calentón sigue ahí, pero ahora se puede mirar lo del Bernabeu desde un punto de vista más alejado. Los papeles ya han quedado absolutamente claros y la foto ha retratado a los protagonistas. Ahora sólo queda por saber cómo va a afectar todo esto a los diecinueve partidos que nos quedan de temporada.
El gran retratado, sin duda, es Pérez Burrull. El cántabro se equivocó (o no quiso pitar) en las dos jugadas en cuestión, pero lo que peor imagen le ha dejado es su actitud posterior, lo de aprende a tirarte, meteos la televisión por el culo o la invitación a Izco a sostener un reto privado en su vestuario. Malo y chulo. Mala combinación.
Arminio y Villar tampoco salen bien parados. Es evidente que algo pasa con Osasuna desde la federación en los últimos tiempos. Lo de Santander, lo de Sevilla y lo de Madrid son sólo tres puntas de un iceberg con una carga de mucha más profundidad. Seguramente los árbitros que invitaron a Cuco en verano a su stage tiene mucho que ver (responsabilidades técnicas aparte) en la situación de desempleo del navarro. Con un par de victorias más el año pasado (que podían haber llegado tras algunos errores arbitrales) y otra en esta temporada, igual el rumbo del equipo era otro y la situación laboral de Ziganda también.
Los rojillos se han jugado su última carta. Levantar la voz no es su estrategia A, pero ya han visto que callarse sirve para ser puta y poner la cama. Así que han optado por la B, morir matando. Rajar hasta que alguno se sonroje (aunque es un reto complicado) y luego encarar la batalla de la permanencia en solitario, sin ayudas y con trabas.
La matemática no ayuda: diez victorias dan la salvación, pero están lejos.